Por: Juan Félix Cortés Espinosa
A mi casa llegan los pájaros
para quedarse con sus sombras
y sólo el viento vuelve
a las alas de sus cantos
Mi casa es una puerta abierta
donde ingresa el firmamento
con las estrellas de la noche
El aire de mi rosas
es una mariposa extendida
en las luces de las ramas
El algarrobo el jacarandá
y las canzabocas
cuidan tiernamente las sábilas
que como hijas se abrazan
entre las hojas
En mi casa el patio es un
espejo de agua
donde se bañan las flores lilas
del jacarandá
Este árbol noble y hermoso
crece insólito hacia el cielo
En las ramas del suelo
la tranquilidad de la tarde
pinta el alma del otoño
y eso sucede en mi casa
cuando el agua viene jubilosa
en la neblina arropando el
silencio
En mi casa la puerta delantera
es del color de la madera
tiene la piel del verano
Y la ventana de la sala
es el refugio del invierno
En las paredes de mi casa
reverdece la primavera
Aquí la poesía Cartesiana
se alimenta de tanta hierba
en los rincones
Ni que decir de mis mágicos
san pedros
ellos con la suerte de los
mares
erguidos y honorables
cuidando los nidos de los
pájaros viajeros
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