Por: Ricardo Pajuelo Flores
A todos nos pasa alguna vez
Y ahora, precisamente ahora
Que mí juventud se fue
Que han muerto mis esperanzas
Y que mí vida se va,
Me tuvo que ocurrir a mí.
La conocí y solo pienso en ella.
La conocí y no es ternura lo que siento
Es mucho más, algo que nunca había sentido
Una necesidad casi física de estar a su lado
De conocer el placer del que me he privado siempre
De un placer que se convierta en mí vida entera
No me importa el mañana,
Con una sola mirada
Ella ha hecho trizas en lo que siempre creía.
Al punto que sí fuera el diablo,
Con gusto lo seguiría porque sin ella
No hay salvación para mí.
Son angustiosas mis noches,
Me siento más solo que nunca
Es como una sed que me atormenta
Como un delirio, como un ruego
Que lanzo a Dios o al destino
Por que nada me importa, tan solo estar a su lado.
Entregarle todo lo que soy como en un delirio
Sentir que algo significo para ella
Olvidarme del mañana, vivir solo aquel instante.
Ella es mí Cielo, mí destino, mí salvación
La necesito como el aire
La necesito para seguir viviendo.
Sí no gano su cariño
¿Para que quiero la vida?
Sin ella son vacíos mis días
Tan vacíos como la misma muerte.
Perdóname Dios pero ahora es ella
Mí religión, mí esperanza, mí vida entera.
Sí no puede ser mía
¿Para que quiero mí alma?
Mejor arráncame el corazón
No te acuerdes más de mí
Y olvídate de mí ruegos
Porque no quiero seguir viviendo.
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