Por: Ricardo Pajuelo Flores
Siempre
fue mi vida una playa,
Sobre
la que caminaban mis pies desnudos
Buscando
huellas que no fueran las mías
Las huellas de un anhelo
distinto.
Caminando
por esta playa solitaria
Sentía
que mis recuerdos iban y venían
Como
rompiéndose en la lejanía
Lo mismo que las olas.
La
arena se escurría de mis manos
Lo
mismo que mis innumerables anhelos
Que
de una roca hecha de esperanzas
Se volvieron guijarros,
grava y polvo.
El
viento me traía rumores lejanos
De
palabras que quizás quise oír
Pero
que eran ahora graznido de aves
Que parecían reírse
burlándose de mí.
Como
tú yo también busco el destino
De
una playa hecha de luz, viento y agua
Donde
me busquen pasados amores
Y radiantes los vea
llegar hasta mí.
Un
destino luminoso y claro como el cielo
Con
la libertad y la dicha del viento
Con
la suavidad y frescura del agua
¡Y
la dicha de volver junto a ti!
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